Muchísimas veces estamos estancadas buscando nuevas ideas y no logramos salir con nada nuevo, sentimos que todo lo que proponemos ya lo hemos visto o lo hemos probado, este camino se convierte en desesperante…  ¿Te ha pasado algo así?

¡Caíste en la trampa!

Estas atrapada en tu propia forma de pensar, tu experiencia se ha convertido en un obstáculo para generar nuevas ideas. Cuando llegas a este punto, significa que ya te has escuchado suficiente y que ahora debes buscar ideas en otro lugar.

Aunque no lo creas…

Cuando se trata de desafíos en tu área de especialización, tu experiencia limita tu creatividad. Pasa así: cuando has pasado mucho tiempo haciendo algo y perfeccionando las técnicas, te vas convirtiendo en una experta en la materia, conoces cada paso del proceso, tienes claro lo que funciona y lo que no, entiendes cuál es el camino más corto y eficiente para llegar a tu fin, hasta alcanzar el punto en que haces las cosas en forma natural, todo esto es lo que te hace ser experta en la materia y justo lo que te dificulta y a veces te impide encontrar un enfoque distinto al obvio.

Cuando estamos buscando soluciones a situaciones comunes, esta experiencia es ideal, es perfecta para responder de la forma adecuada y de manera inmediata, pero, ¿qué pasa en situaciones nuevas? ¿qué ocurre cuando las circunstancias requieren de soluciones creativas y respuestas inusuales? Esta experiencia, podría parecer inútil.

Te estarás preguntando: Con toda mi experiencia, ¿resulta que soy incompetente ante un problema desconocido? No, por supuesto que no. De hecho, existen formas de romper con patrones de pensamiento establecidos, se trata de cambiar de perspectiva, buscar nuevos puntos de vista.

¡Cambia de trabajo!

Es una técnica que se usa comúnmente en las sesiones de ideación y que puedes implementar en cualquier etapa del proceso creativo. Se trata de romper patrones limitantes peguntándonos ¿cómo resolvería esto alguien que tenga un área de experiencia completamente distinta?

Cambiar el punto de vista al de alguien que trabaja en otra área de la misma organización o incluso alguien que esté en un campo diametralmente opuesto al nuestro, a menudo puede generarnos ideas sorprendentes.

Comienza preguntándote: ¿Cómo resolvería esto un doctor, maestro, director de cine…?

Te puedes apoyar en esta lista de profesiones y oficios, o utiliza cualquiera que a ti se te pueda ocurrir.

Piensa en preguntas como: ¿Por dónde empezaría? ¿Dónde obtendría nueva información? ¿Qué vería como lo más importante? ¿Qué herramientas utilizaría? ¿A quién le pediría ayuda? ¿Qué recursos buscaría? Etc., haz todas las preguntas que se te ocurran y respóndelas desde el punto de vista de “tu nuevo trabajo”.

Disfruta, diviértete, fomenta respuestas locas, es elemental para tener mejores resultados con el ejercicio. Conforme vas respondiendo a las preguntas, seguramente te surgirán nuevas ideas, asegúrate de escribir todo lo que pase por tu cabeza mientras trabajas con este ejercicio, sin juicio, no elimines nada. Una vez que hayas hecho el ejercicio y tengas decenas de soluciones nuevas para tu desafío, comienza a clasificarlas y a evaluarlas para quedarte con aquellas que sean suficientemente disruptivas, así como funcionales.

¿Lograste ver tu reto desde otro punto de vista? ¿Conseguiste nuevas soluciones?

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¡Siempre impulsa tus ideas!

Flor Varón

Experta en Creatividad